Pagando mi transporte, realmente ¿qué es lo que estoy pagando?

Para que se puede realizar un transporte, hay varios tipos de trabajos que se tienen que cumplir. Los podemos dividir generalmente a 2 tipos: Trabajos en Oficina y Trabajos en Dirección (Camión). Nadie contrata directamente un transporte. Antes habla, pregunta, necesita consejos para su caso concreto, necesita presupuesto, y después decide, si contrata el transporte o no lo contrata. Si no contrata el transporte, no paga para el trabajo en la oficina. Pero si paga el transporte, con esto paga también el trabajo de la gente en la oficina. El trabajo en la oficina es principal, es inevitable, aunque se contrata solo la segunda parte, que es el mismo transporte (trabajo en la Dirección (Camión).

Es como el pago de un café en una cafetería. Nosotros pagamos el café, pero también pagamos un montón de cosas más, entre ellos los consumativos, como luz, agua, etc. Por esto no nos dejan entrar en el lavabo si no somos “clientes”.

En el mundo de los transportes creo que es un poco más sencillo. No te hacen pagar lo que es el trabajo en la oficina, pero si contratas el transporte, lo pagas todo.

Algunos (pocos) clientes quieren pagar el combustible y los peajes de una aparte, y de otra parte el resto de su transporte. Con esto quieren evitar un precio innecesariamente alto, y con esto (sin querer) entran de forma indirecta en la contabilidad de la empresa. El transporte no es solo combustible y peajes. Son muchas cosas más, que sin ellas no se puede realizar el transporte. Son gastos como: tasas, parkings, amortización (vehículos), material (embalar), alquiler (oficina), ordenadores, salarios (empleados), etc.

El precio lo tenemos que ver como un conjunto entre gastos, riesgos y beneficios. Sí que tenemos que tener cuidado con los precios de empresas que subcontratan otras empresas de transportes. Aquí sí que se suben los precios innecesariamente. Es porque aparece otra oficina, y muchas veces cobran y no hacen nada.

01/2017